
¿Qué mejor estancia que un salón blanco? La luz estará en todos tus rincones y eso es una gran ventaja, porque la luz es el reflejo de tu personalidad en cada cosa que pones en tu hogar.
Es también llamada sala de estar. Es el espacio que se destina a la vida familiar y social. En definitiva todo un espacio donde recrearse a la hora de amueblar y decorar. Una estancia con historia y mucho futuro que han visto y verán todas nuestras visitas y reuniones.
ORÍGENES DEL SALÓN
No pensemos que las salas de estar han existido siempre tal y como la conocemos hoy día. Desde sus orígenes en el siglo XVIII, han sufrido cambios que vinieron acompañados de la mano del carácter y tendencias, de las diferentes clases sociales de cada época.
El salón surgió como un espacio significativo que reflejaba la posición y el estatus de la familia que poseía el inmueble.
A medida que la burguesía iba adquiriendo posición de poder, pretendían conseguir imitar la forma de vida de la realeza de aquel entonces.
En el siglo XIX se convirtió ya en una estancia imprescindible. Se usaba para todos los eventos importantes, empezando por una celebración social y terminando por los velatorios.
Carecer de salón se podía interpretar en cierto modo como señal de precariedad.
En muchas ocasiones, se usaba como museo donde se podía encontrar grandes elementos estéticos que decoraban la estancia. Sin embargo, al mismo tiempo, también se conjugaban otros elementos menos ornamentales y más sociales.
Es el caso de los homenajes a familiares fallecidos en forma de cuadros, bustos, etc.
La parte más humana era la del aprovechamiento para la convivencia, como leer, escuchar música, debatir, etc.
En el caso de grandes mansiones, la disponibilidad de mayor espacio, favoreció que estas actividades se separasen en otras estancias específicas. Surgen así las salas de lectura, de música, de fumadores, despachos, etc.
El salón en la actualidad.
En su versión moderna, lo que pretendían los arquitectos del siglo XIX, era aprovechar el salón para que fuese un espacio menos solemne y más confortable.
A lo largo de los años y de la evolución social y económica, se fueron añadiendo y quitando elementos según las necesidades particulares de cada zona.
Hoy en día el salón se ha convertido en un lugar más o menos espacioso, con estanterías, televisión, sofás, etc. Su función de reunión no ha cambiado mucho desde sus inicios.
Actualmente la sala de estar es por sí sola un conglomerado ecléctico de especialidades que la convierten todavía en la parte más importante para la mayoría de personas.
Muchos de sus usos tradicionales se han transferido a otros espacios fuera del hogar. Es el caso de lo que se suele hacer cuando fallece alguien. Los velatorios se suelen hacer fuera de casa. Cosa que antiguamente se realizaba en la zona más grande de la casa que solía ser el salón.
De igual modo, los cumpleaños se suelen celebrar fuera de casa en sitios habilitados o similares. A no ser que se busque ese elemento de intimidad que solo en tu casa puedes encontrar.
Como conclusión, habrás comprobado que el salón es una estancia en continua evolución. Está lleno de historia y de historias. Algo de lo que te sientes orgulloso mostrar, cuando has conseguido impregnar tu personalidad.
Sin duda un salón blanco es el enclave idóneo para pasar momentos inolvidables.
¿QUÉ SUELE LLEVAR UN SALÓN?
Lo que podemos poner en un salón va en función del tamaño del mismo. Lo básico y principal que lleva un salón suele ser:
Un mueble de TV.
- Su tamaño también importa. Si la distancia al sofá es poca, debemos comprobar que la televisión no sea muy grande para que no sea molesta. Actualmente el propio fabricante indica los metros de distancia óptimos para cada punto de visión. Este punto es importante para ubicar bien la tele.
Sofá.
- Se pondrá en la pared más grande posible o en medio del salón si este tiene suficiente amplitud. También se podrá añadir un chaise longe, dependiendo de dicho espacio. Lo mismo sucede con sillones auxiliares como los “pufs”
Mesa de centro.
- Tendrá que ir en un sitio entre el mueble de TV y el sofá, sin impedir el paso.
Librerías.
- Si hay sitio, es un aliado perfecto para delimitar zonas de lectura dentro de la misma estancia.
Mesa de comedor.
- Irá en conjunto con las sillas de tu salón blanco. Hay que controlar el tamaño de la mesa porque luego hay que añadir las sillas con espacio suficiente para gente sentada cómodamente.
Aparador.
- Esta opción ofrece un espacio de almacenaje ideal, así como un elemento decorativo más. Su ubicación y su tamaño dependerá de las dimensiones que tengamos entre manos.
Mesas auxiliares.
- Como su nombre indica, se convierte en una ayuda extra a la hora de colocar aquellas cosas a las que no encontramos sitio. Sirve por ejemplo para poner la base del teléfono, una pequeña lámpara de mesa o dejar ese libro o revista que estemos leyendo.
Cuadros.
- Elementos con marcada importancia decorativa. Ayuda a potenciar el estilo que hemos dado a nuestro salón blanco. El tamaño debe ser proporcional a la pared. Su cantidad también tiene que ser cuestión de debate si no queremos parecer una exposición de arte.
- Si es eso lo que pretendes, puedes usar una pared para hacer una especie de collage con imágenes o cuadros.
Estanterías.
- Se convierten en expositores de aquello que queremos poner. Debemos otorgar por eso, la importancia que se merecen.
- Las podrás poner en la pared o del tipo mueble, aprovechando para hacer una división de áreas dentro del salón blanco.
Lámparas.
- Tienen presencia en todos los salones y es obligatorio su uso en todo tipo de decoraciones.
- Las hay que son lámparas de pie, de mesa, de techo, etc.
Hasta aquí un breve repaso de las cosas que conforman nuestro comedor. Ahora toca ponerles orden para que nuestro salón blanco sea la envidia del vecindario.
¿CÓMO DISTRIBUIR UN SALÓN?
Lo primero es ver el espacio físico del que disponemos. Hay que tener claro el estilo que vamos poner.
Si el salón es espacioso, podemos hacer una división entre la zona de la TV, comedor o incluso, zona de lectura.
Estas divisiones no son necesarias hacerlas drásticamente. Se trata de, mediante el uso del sofá, estanterías, etc, conseguir esa diferenciación de zonas consiguiendo que la estancia forme parte de un todo.
Se pueden usar alfombras o estanterías de libros para delimitar zonas.
Si la estancia es pequeña, deberemos aprovechar bien el espacio para que no nos quede muy saturado. Una ventaja del salón blanco es que sus muebles reflejan la luz y dan amplitud a la estancia.
Hay que coger como referencia un punto importante, alrededor del cual seguir la distribución. Estos puntos pueden ser la televisión, un ventanal luminoso, chimenea, etc.
En muchas ocasiones el comedor cuenta con un espacio abierto a la cocina.
Esto se debe principalmente a que tanto la cocina como la sala de estar, quedarían muy reducidos si fuesen independientes. Es por eso que la mayoría de apartamentos integran la cocina en el salón para conseguir amplitud y desahogo. Muy recurrente también es acudir al salón blanco para otorgar espacio.

Por último hay que señalar nuevamente que nuestro límite es el espacio físico que tenemos a la hora de distribuir nuestro salón blanco. Es por eso que la voluminosidad y el número de muebles, adquiere un papel diferenciador entre algo muy tapado o algo más liviano o ligero.
¿CÓMO ORGANIZAR UN SALÓN BLANCO GRANDE?
Ante la presencia de un gran espacio, nos asaltan un mar de dudas que hay que ir solventando. Hay que hacer una minuciosa elección del mobiliario. Programar perfectamente la distribución de cada elemento, para que nuestro salón blanco quede debidamente estructurado.
Es preferible evitar llenar de objetos de decoración la estancia. Del mismo modo, deberíamos hacer lo mismo con los muebles. Todo tiene que quedar ordenado y equilibrado.
Siguiendo esta línea, puedes delimitar una zona para la TV y chimenea, otra para el comedor, y así hasta que encuentres que todo encaja según tus gustos. Siempre respetando que las zonas de paso queden adecuadamente libres.
Una de las ventajas de poseer una zona de comedor espaciosa, es la posibilidad de hacer estas divisiones. También es ventajoso en el sentido de que el mobiliario podrá disfrutar de unas dimensiones cómodas y holgadas. Mesas de comedor, sillas, sofás y demás elementos del mobiliario, podrán tener unas medidas agradecidas en cuanto a comodidad se refiere.
Ante la posibilidad de crear espacios diferenciados, se puede pintar una de las paredes donde van ubicado de otro color. Eso ayudará a saber distinguir ese rincón de lectura o de ocio que buscamos introducir. Incluso puedes poner una estantería para delimitar esa zona, dependiendo del equilibrio que vaya aportando al conjunto del salón.
Dos grandes sofás en “L” o sofás enfrentados, son muy buenas opciones para separar áreas. Además, si hacemos esto, conseguiremos evitar el efecto “Tubo” que se da si la estancia es alargada y rectangular.
Si el comedor tiene grandes ventanas o recibe una gran cantidad de luz natural, estás en ventaja. Puedes aprovechar para crear ambientes grandiosamente luminosos que añadan ese efecto de amplitud que da un salón blanco.
Busca la simetría añadiendo mesitas a ambos lados del sofá o ubicando un aparador a sendos lados de la mesa principal.
Los diferentes materiales que vayas a utilizar, vendrán marcados por el diseño escogido.
La madera aporta calidez, el cristal en una mesa a un toque distinguido…
La mejor distribución en tu salón blanco
Lo principal a la hora de distribuir el comedor de tu hogar, es que cubra todas tus necesidades. Lo usarás más a menudo y se convertirá en la excusa perfecta para la celebración de reuniones familiares o eventos sociales varios.
Tienes que pensar la proporción que ocupa cada mueble principal. A modo de ejemplo, si el comedor es cuadrado, puedes optar por una mesa redonda.
Si es rectangular, añade una mesa obalada o alargada.
Ante todo evita sobrecargar las zonas de paso. Éstas tienen que ser fáciles de practicar y que permitan el transcurrir de las personas de forma natural y fluida.
Calcula la ubicación de un mueble que lleve puertas o cajones, pues cuando abras esos compartimentos, deberías poder hacer todo con relativa facilidad. Lo ideal es que si no quieres ese problema, uses muebles con puertas correderas.
La altura de tus muebles también influye en esa sensación de cerramiento. Evita ese mobiliario alto por otro más comedido.
Las alfombras, si las hay, pueden servir para delimitar zonas. Pasa lo mismo con el color de las paredes. Cambios de color facilitan la división.
Siguiendo este tema, el color de la pared puede ayudar tanto a ampliar como a reducir los espacios. Si el techo es demasiado alto, un tono oscuro en él facilita “reducir” esa altura que hay.
Las obras de arte, cuadros y demás decoraciones en la pared, son elementos indispensables para acompañar el estilo y diseño elegidos. Su tamaño y cantidad han de ser debidamente estudiados. Incluso el resultado visual que imprimen. No queremos apagar nuestro salón con cuadros demasiados oscuros o estridentes.
Resumiendo:
- Puedes delimitar zonas dentro del mismo espacio con divisiones acordes al estilo escogido. Crearás zonas de TV, lectura, etc.
- La mesa de comedor “manda”. Piensa bien la forma y el tamaño adecuado.
- No sobrecargues de muebles. Busca simetría y equilibrio.
¿CÓMO ORGANIZAR UN SALÓN BLANCO PEQUEÑO?
Si tienes poco espacio, habrá que acudir al ingenio para conseguir llegar al estilo deseado y a una decoración acorde a tu sala de estar blanca. Es cierto que el espacio limita de por sí el estilo que meteremos. Eso ayuda directamente a descartar diseños directamente. En espacios mini tendremos que aclarar bien nuestras ideas para dejar suficientes zonas de paso que sean cómodas.
Hay que tener en cuenta que, aunque reduzcamos en elementos, no podemos hacer lo mismo en el bienestar de las personas.
Es algo habitual poner sillas sin brazos o incluso poner la mesa contra la pared.
Podemos recurrir a diseños de mesas extensibles. Algo de gran ayuda que no está reñido con el diseño.
Tanto mesas de comedor como las sillas, han de ser de una altura normal que permita el correcto desarrollo de cualquier evento. Todo ello sin meter una enorme y desproporcionada mesa.
El truco es saber aprovechar bien los espacios. Hay sofás pequeños con huecos internos para almacenaje, estanterías reducidas de múltiples estilos, puffs del mismo diseño con los mismas zonas de hueco interno, etc
Consejos para distribuir tu salón
- En un salón cuadrado el sofá debería ir en conjunto con los asientos en forma de “U”.
- Aquellos comedores en forma rectangular o estrechos, habría que ocuparse de poner los elementos en línea.
- Para estancias tipo “L”, el sofá ayuda si lo colocas en dos partes en esa forma de L.
- Las lámparas deben ser adecuadas a la amplitud que tenga la estancia. No pongas algo grande en un techo pequeño.
Hay un amplio catálogo de mueblesde salón blanco versátiles que son muy aconsejados para este tipo de espacios.
- Podemos poner banquetas pequeñas como asiento extra.
- Mesitas auxiliares estratégicamente colocadas.
- Colores claros en los muebles dan un efecto de amplitud. Ejemplo son el blanco y sus variantes.
Si haces una búsqueda exhaustiva, conseguirás incluir bastantes cosas sin tener que hacer grandes sacrificios, aunque si el bolsillo te lo permite, acude a un profesional para que te haga los muebles a medida para tu salón blanco.
De esta forma te darán ideas para aprovechar todos los centímetros posibles en la casa.
Algunos trucos que no tienen mucho que ver en la distribución pero que sí ayudan a darle potencia son:
- Dejar libres las ventanas. Dirigen el campo visual hacia fuera y la entrada de luz es también importante.
- Muebles de poca altura.
- Usa estanterías horizontales en vez de altas.
¿CÓMO DECORAR UN SALÓN GRANDE GASTANDO POCO?
Para gastar poco en tu decoración solamente tienes que poner en marcha tu pensamiento creativo.
- Puedes renovar elementos directamente o darles un toque reutilizándolos en otro color. También puedes darle un toque con pinceladas de otros diseños.
- Si quieres pintar pero no quieres meterte en mucha faena, recurre directamente a combinar el antiguo color con otro nuevo en tu salón blanco. Puedes pintar rayas o paneles completos. Así no gastarás tanto como en hacerlo por completo.
- Cambia de sitio la decoración. Renovarás la imagen sin gastar ni un céntimo.
- Reordena el salón. Cambia el ordenamiento de tus libros de vertical a horizontal, por colores o tamaños. Intercala piezas de decoración de otros sitios del comedor.
- Hay kits de muebles que te los montas y son muy asequibles.
- Existen unas cajas de madera de almacenaje. Colócalas apiladas contra la pared y tendrás un bonito rincón sin apenas inversión.
- Si eres un manitas, una opción ideal es la de darle usos nuevos a aquellos objetos que ya no uses. Pinta maceteros, reutiliza cajones, usa botellas de vidrio, pinta sillas, etc. El límite lo pones tú.
- Usa lámparas de papel de estilo oriental. Visten mucho la habitación y valen para muchos estilos, además de que cuestan poco dinero.
Las mejores opciones Low cost para decorar tu salón.
- Compra un marco barato y añade cualquier manualidad. Tendrás tu obra de arte “Low Cost” en tu salón blanco.
- La opción del estilo minimalista es sin duda un aliado para la decoración. Necesitarás comprar menos elementos para llegar a ese estilo.
- En las grandes superficies encontrarás grandes sorpresas a precios competitivos.
- El papel pintado ayuda a dar estilismo al rincón de lectura o a que otro sitio en que lo pongas. También puedes usarlo para cubrir el fondo de las estanterías. Es una genial idea que está dentro del presupuesto barato.
- Usa plantas y macetas vistosas acordes al espacio físico.
- Una vieja caja de madera pintada de blanco y bien decorada, se convertirá en una estupenda mesita auxiliar. Añade ruedas y será aún más versátil.
- Compra velas y repártelas. Son muy ornamentales y las hay de todos los precios y variedades.
- Cambia las cortinas. Hoy día puedes comprar las telas y hacer que te las hagan. Siempre es algo más económico si conoces a alguien de confianza que te lo deje a buen precio. Elige telas sencillas y poco cargadas.
Seguro que nos dejamos mucho en el tintero, pero ya tienes por donde empezar. Seguiremos buscando cosas para que puedas conseguir mucho por poco a la hora de decorar tu salón blanco.
¿COMO COMBINAR UN SALÓN CON MUEBLES BLANCOS?
La teoría dice que el blanco combina con todo, pero la práctica hace que tengamos que tener en cuenta ciertas pautas, si no queremos caer en la torpeza de crear ambientes impersonales o fríos.
Veamos algunas ideas al respecto:
PINTAR PAREDES EN BLANCO.
Si ya tienes muebles de este color, deberás combinar tonos y añadir elementos con otros colores para alejarnos de la frialdad del blanco puro.
Este matiz de calidez lo podemos obtener con cortinas y estampados, alfombras y decoración en general.
Si te sobra luminosidad, puedes pintar una pared en un color de contraste más oscuro. Incluso, puedes hacerlo de negro.
TONOS DE COLOR TIERRA Y PASTELES EN SALÓN BLANCO.
Podrás usar esta tonalidad sin riesgo de fallo. Consigues esa calidez de la que hablamos y además aporta luz.
Puedes pintar todos o un panel de la pared. Los colores pueden ser el amarillo suave, verde, morado, azul… La paleta es muy extensa.
También puedes utilizar vinilos decorativos.
EL SUELO DE MADERA.
Esta opción es muy acertada, aunque no siempre es posible instalarlo, así que para arreglar este asunto, puedes valerte de alfombras. Así aportas calidez al piso.
El tono del suelo de madera ha de ser intermedio entre el blanco de los muebles, y el color que finalmente tengan las paredes.
COMPLEMENTOS DE METAL Y CRISTAL
Conjugan muy bien con esa mesa auxiliar o mueble de la entrada.
Puedes introducir también el metal poniendo una lámpara de mesa o de pie que vaya acorde al diseño. El metal dorado es na buena opción.
La mesa de centro de sofá, puede tener partes de cristal.
OTROS COMPLEMENTOS.
Añade flores al entorno de tu salón blanco. Al igual que velas y elementos decorativos como bolas ornamentales, platos de decoración, conforman bonitos conjuntos.
Los cojines que pongas tienen una amplia gama de colores y texturas. Combínalos y usa tapizados, cuero, pero siempre ten en cuenta no recargar el acabado.
Los cuadros serán enmarcados en la línea de combinación con la pared y la estancia. Si son cuadros sin marcos, deberemos fijarnos directamente en los colores de la obra, para decidir si vale o no vale para el sitio que queremos.
Caso parecido es el de las fotos y sus marcos. Puedes crear combinaciones sobre tu aparador o reservar un hueco en la pared, en el cual ubicar tus mejores y más tiernos recuerdos en familia.
¿CÓMO ILUMINAR UN SALÓN BLANCO?
Esta parte de la decoración añade valor al resto del diseño elegido y promueve el que la estancia invite al confort y bienestar.
En muchas ocasiones el cómo y con qué iluminamos nuestro hábitat, se convierte en un pilar clave para dar el toque de gracia que nos faltaba.

- La iluminación ha de ser uniforme y completa. Sin dejar claros y oscuros que menosprecien zonas del salón.
Hay que combinar la luz con varias lámparas distribuidas adecuadamente (por el sofá, mesa, etc). Las lámparas auxiliares se convierten en un ayudante para cuando no queremos iluminar toda la estancia.
En la medida de lo posible, y siguiendo la línea de diversificar los puntos de luz, ubicaremos diferentes puntos de iluminación. Las principales zonas a iluminar son las del sofá y la mesa comedor.
- La lámpara de mesa del comedor debe colgar unos 70 cm por encima de ella. La intensidad y tono obedecerá al estilo general del habitáculo.
- Sobre el sofá habrá de colocarse otro punto de iluminación en concordancia al otro punto principal. Mismo diseño, misma intensidad pero la altura sería diferente. En este caso debería estar situada más cerca de la pared y más alejada del suelo. De esta forma se amplía el ángulo de iluminación.
- La luz puede ser regulable en intensidad mediante mecanismos fabricados para ese cometido.
Claves para iluminar un salón
Hay que observar la luz natural de la que disponemos, aprovecharla al máximo y usar la luz artificial cuando sea necesario.
Una mala iluminación puede fastidiar el resto de la decoración. Hay que prestar atención al espacio, la intensidad y la cantidad de puntos de luz en nuestro salón blanco.
Ampliemos un poco más:
- Si usas el salón para ver la televisión, es aconsejable tener puntos de luz de apoyo de baja intensidad.
- Ten en cuenta la variable de la luz natural desde el punto de vista del cúando se va, para dar paso a la luz artificial.
- No importa la cantidad de luz ambiente deseada o grados de calidez. Usa iluminación de bajo consumo, porque el ahorro es considerable. Hay muchas opciones de las que hablaremos más adelante.
- Averigua los puntos de iluminación generales, para luego ver si puedes complementarlos con otras luces de apoyo.
- No bases toda el alumbrado en una sola opción. Crearás espacios lineales sin calidez. No en todos los momentos necesitas la misma luz.
- Aprovecha los tonos claros de la pared. Pinturas con un color brillante reflejan un alto porcentaje de la luz. Más que el acabado mate.
- En la medida de lo posible, usar técnicas de iluminación como luces difusas. Crean un ambiente más espacioso que la ofrecida por bombillas. Puedes proyectar la luz hacia el techo e iluminar la zona de forma indirecta. Si la superficie es satinada, reflejará mejor.
- Si puedes meter Leds, usa todos los que sean posibles. Hay mil variedades, consumen muy poco y se pueden colocar detrás de muebles, directamente con bombillas, etc. Las posibilidades son muchas para tu salón blanco.
- No pongas luces directas que iluminen algo voluminoso, ya que puede proyectar sombras. Debes compensarlas con más luz o poniendo corréctamente la fuente de luz.
- Para crear distintos ambientes, utiliza lámparas regulables en intensidad o interruptores reguladores.
- Intenta poner la luz suficiente para que no genere fatiga visual tanto por el exceso, como por la falta de ella. Combina intensidades o el número de lámparas por ejemplo, para dar con lo deseado.
- Ilumina tus muebles por dentro. Es muy creativo, sobre todo en aquellos que tienen vitrinas o huecos abiertos.
- Si tienes espejos en el salón, puedes jugar con la iluminación proyectando luces sobre el. El reflejo hace maravillas difuminándola y esparciéndola.
Tipos de iluminación.
Un salón blanco con sus mobiliario de ese color, ya aporta un plus de iluminación que no dan los muebles más oscuros. Partiendo de esa base, las luces deberían ir encaminadas a potenciar ese efecto.
Principalmente existes dos tipos de iluminación:
- La natural. La luz solar y la obtenida por el fuego, los relámpagos, bioluminiscencia, etc.
- La luz artificial. Toda aquella luz que proviene de fuentes que no sean naturales. Esencialmente basada en la electricidad como fuente de energía para generar luz.
Luz incandescente.
Es la luz artificial tradicional. Se ayuda del paso de corriente por un filamento que se caliente y emite luz con calor. Es muy poca efectiva y doradera. Hoy en día casi está en vías de desaparición.
Luz halógena.
Sigue usando filamentos pero tiene una evolución que la hace más eficiente en cuanto a la iluminación, consumo y durabilidad.
Luz fluorescente.
Es más efectiva que las de incandescencia y halógena. Ampliamente utilizada en ambientes laborales. Es útil en lugares donde está mucho tiempo encendida. Eso se debe a que algunas pueden tardar un tiempo en otorgar toda su potencia después de prenderlas.
Es una luz que parpadea, aunque actualmente es casi inapreciable. Es por este motivo por el que no se aconseja usarlas para leer ni para trabajos que requieran concentración visual de especial importancia.
Luz fluorescente compacta.
Es la comúnmente llamada bombilla de bajo consumo. Son luces fluorescentes, pero a las que se les proporciona una rosca como la bombilla tradicional.
Es posible encontrarlas en diferentes tonos que van desde la luz cálida a la luz fría.
Como todos saben, tiene una gran duración, aunque no son recomendadas para la lectura o trabajos de esfuerzo visual, ya que siguen teniendo algo de parpadeo. Aunque inapreciable pero influyente.
Luz de diodos emisores.
En su acrónimo LED (inglés) es la que está marcando la pauta de la iluminación hoy en día. Son junto con la iluminación halógena, los únicos tipos de luz artificial más recomendadas para la lectura.
Consumen extremadamente poco y por contra, emiten una cantidad de luz impresionante. Además su durabilidad se dispara a cientos de miles de horas.
Son muy versátiles y no tienen sustancias adicionalmente tóxicas, como puede ser el caso de las fluorescentes compactas.
En en su evolución tecnológica, ya se encuentran en cualquier grado de temperatura, ya sea fría, cálida o intermedia.
Por si fuera poco, a todo ello se le suma la creativa posibilidad de encontrarlas en una amplísima gama decolores. Sin duda, es una opción decorativa y de iluminación que encima nos ayuda al ahorro energético.